+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas
Jesús dijo a sus discípulos:
“El Hijo del hombre debe sufrir mucho, ser rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser condenado a muerte y resucitar al tercer día”.
Después dijo a todos: “El que quiere venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz cada día y me siga. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí, la salvará. ¿De qué le servirá al hombre ganar el mundo entero, si se pierde o se arruina a sí mismo?”.
Palabra del Señor.
Reflexión
Ayer hemos empezado la Cuaresma. A partir de ayer y hasta el día de Pascua, la secuencia de las lecturas diarias será dada por la tradición antigua de la cuaresma con sus lecturas propias, ya fijas, que nos ayudarán a entrar en el espíritu de la cuaresma y en la preparación de la Pascua. Ya desde el primer día, la perspectiva es la Pasión, la Muerte y Resurrección y el significado de este misterio para nuestra vida. Es lo que nos propone el texto bien breve del evangelio de hoy. Nos habla de pasión, muerte y resurrección del Señor. Jesús anuncia a sus discípulos que va a padecer mucho y va a ser desechado. Es decir: excluido, reprobado, desestimado, menospreciado. Nada se quiere de ese Jesús que anuncia la salvación, la misericordia y la ternura de Dios. No es el Mesías esperado. Al Mesías se le espera poderoso, guerrero, vengador de las injusticias. A veces nos conviene la imagen de un Dios todopoderoso; ya que, con dicha imagen, todo el poder, toda la fuerza, y todo el quehacer se lo ponemos a Dios desentendiéndonos, por tanto, de todo cuanto nosotros podamos hacer, decir o realizar.
Sin embargo, qué ocurre cuando Dios no se manifiesta como esperamos. Ese Dios no cumple con mis expectativas. Queremos obligar a ese Dios que sea como nosotros esperamos. Por lo general, cuando Dios no se manifiesta según nuestras expectativas nos alejamos, le increpamos, o lo queremos cambiar como a cualquier persona o cosa.
Todos esperaban al mesías, cada uno a su manera. ¿Cuál es el mesías que yo espero o que la gente espera? Hoy el evangelio nos habla de cómo condición para seguir a Jesús es la cruz. ¿Cómo me sitúo ante las cruces de la vida?