+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas
Jesús dijo:
¡Ay de ti, Corozaín! ¡Ay de ti, Betsaida! Porque si en Tiro y en Sidón se hubieran hecho los milagros realizados entre ustedes, hace tiempo que se habrían convertido, poniéndose cilicio y sentándose sobre ceniza. Por eso Tiro y Sidón, en el día del Juicio, serán tratadas menos rigurosamente que ustedes.
Y tú, Cafarnaúm, ¿acaso crees que serás elevada hasta el cielo? No, serás precipitada hasta el infierno.
El que los escucha a ustedes me escucha a mí; el que los rechaza a ustedes me rechaza a mí; y el que me rechaza rechaza a Aquél que me envió.
Palabra del Señor.
Reflexión
El evangelio de hoy da continuidad al envío de los setenta y dos discípulos y discípulas. Al final de este envío Jesús decía que había que sacudirse el polvo de los zapatos cuando los misioneros no fueran recibidos. El evangelio de hoy acentúa y amplía tanto el envío como las amenazas a los que no aceptan recibir la Buena Noticia. El mismo Jesús nos invita a asociarnos a su misión. Pone en nosotros una inmensa confianza: El que los escucha a ustedes, me escucha a mí. Lo hizo con los Doce, luego con otros setenta y dos discípulos, y lo hace ahora con nosotros mismos y con todos sus seguidores de todos los tiempos. Pero también nos advierte que la misión no sólo es abundante, sino que tiene dificultades… por eso en el texto de Lucas Jesús, a propósito del rechazo, no se refiere a personas en particular, sino a ciudades, grupos de personas, conglomerados sociales y ¿qué nos dice esto a nosotros hoy como sociedad? Tal vez las circunstancias en las que tenemos que desempeñarnos como discípulos misioneros nos desalientan; nos tientan a cuestionarnos, nos interpelan, pero en definitiva nos invita a seguir depositando nuestra esperanza en el Señor.
El Evangelio siempre nos interpela, nos impulsa a sacar lo mejor de nosotros ¿a qué nos está invitando hoy? ¿Qué de Corozaín y de Betsaida vemos en nuestro entorno y en nuestra propia vida?