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Mateo 9, 32-38: La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos.

10 de Julio 2018     Freddy Araya    

20-10-2017

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+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo

Le presentaron a Jesús un mudo que estaba endemoniado. El demonio fue expulsado y el mudo comenzó a hablar. La multitud, admirada, comentaba: “Jamás se vio nada igual en Israel”.
Pero los fariseos decían: “Él expulsa a los demonios por obra del Príncipe de los demonios”.
Jesús recorría todas las ciudades y los pueblos, enseñando en las sinagogas, proclamando la Buena Noticia del Reino y sanando todas las enfermedades y dolencias. Al ver a la multitud, tuvo compasión, porque estaban fatigados y abatidos, como ovejas que no tienen pastor.
Entonces dijo a sus discípulos: “La cosecha es abundante, pero los trabajadores son pocos. Rueguen al dueño de los sembrados que envíe trabajadores para la cosecha”.
Palabra del Señor.

Reflexión

Siempre que alguien hace el bien, hay otro que ensombrece su quehacer y su persona. Si alguien brilla con luz propia, alguien aparece con su sombra de celotipia para oscurecerla. Pero eso, no puede abocarnos a una sola mirada. Se necesita trascender las sombras para ver el bien que se nos ha mostrado. Es lo que le pasa a Jesús en este evangelio de Mateo. Mientras la gente admiraba su acción por hacer el bien y liberar a la gente, los fariseos cuestionaban la labor de Jesús diciendo: “Ese echa los demonios con el poder del jefe de los demonios”. Ante esta situación existe la posibilidad de caer en la desidia, cerrar nuestras puertas y abandonar la acción salvífica que a través de nosotros Dios puede realizar en los demás, porque no nos gusta que nos cuestionen o critiquen y así quedarnos en la indiferencia. Pero eso no detuvo a Jesús; el Señor vuelve a llamarnos y pedir colaboración, una llamada a volver a Dios nuestra mirada, para que mande más trabajadores para su mies.
Ante tanta gente cansada, necesitada y hambrienta hoy, nosotros ¿tenemos esa misma compasión de Jesús y sabemos irradiarlas a los demás? ¿Qué nos sucede ante las críticas y cuestionamientos de nuestra labor solidaria y misericordiosa?

Categories: Evangelio diario

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