Loading

Mateo 8, 28-34: ¿Qué quieres de nosotros, Hijo de Dios?

4 de Julio 2018     Freddy Araya    

5

0
Compartidos
0

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo

Cuando Jesús llegó a la otra orilla del lago, a la región de los gadarenos, fueron a su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros. Eran tan feroces, que nadie podía pasar por ese camino. Y comenzaron a gritar: “¿Qué quieres de nosotros, Hijo de Dios? ¿Has venido aquí para atormentamos antes de tiempo?” A cierta distancia había una gran piara de cerdos paciendo. Los demonios suplicaron a Jesús: “Si vas a expulsarnos, envíanos a esa piara”. El les dijo: “Vayan”. Ellos salieron y entraron en los cerdos: éstos se precipitaron al mar desde lo alto del acantilado, y se ahogaron.
Los cuidadores huyeron y fueron a la ciudad para llevar la noticia de todo lo que había sucedido con los endemoniados. Toda la ciudad salió al encuentro de Jesús y, al verlo, le rogaron que se fuera de su territorio.

Palabra del Señor.

Reflexión

Realmente no es fácil desentrañar todos los sentidos de este texto de San Mateo. Lo que sí parece claro es que se plantea un enfrentamiento entre Cristo, el Hijo de Dios, la Encarnación del Bien y el Amor contra el Mal en toda su oscura y profunda oscuridad. En la escena que se nos presenta, Jesús exorciza a dos personas que quedan liberadas de su mal. Pero este milagro provoca un efecto inesperado en el entorno: la muchedumbre le pide a Jesús que se vaya de ese lugar. Así, aunque Cristo ha venido para salvarnos del mal y la muerte definitiva, y sale constantemente a nuestro encuentro “mirándonos con cariño”, esperando siempre, invitándonos a romper con la inercia del pecado y brindándonos la verdadera opción de una vida con sentido de plenitud y eternidad, hay frenos, temores y de algún modo rechazo en diversas personas. Jesús realiza los llamados signos del Reino, los que no siempre encuentran lugar en el corazón de las personas porque el pecado están bien presente, eso nos transmite el texto: los endemoniados viven en un escenario de muerte sin norte ni horizonte de esperanza, la piara de animales representa la resistencia organizada al Dios de la Vida, del Sentido… y finalmente el abismo y el mar, es decir, la Nada, el Caos…
Ante el Evangelio de hoy mirando a los “endemoniados” podemos preguntarnos: ¿cuáles son mis “demonios” –los que me hacen ir por la vida sin vida, con ira, asustando a los demás-? Pero también, mirando a la gente, podemos preguntarnos: ¿cómo reacciono ante los “demonios” de otros y ante sus posibles cambios?

Categories: Evangelio diario

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Valoración*