+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo
Jesús envió a sus doce apóstoles, diciéndoles:
Por el camino, proclamen que el Reino de los Cielos está cerca. Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, purifiquen a los leprosos, expulsen a los demonios. Ustedes han recibido gratuitamente, den también gratuitamente. No lleven encima oro ni plata, ni monedas, ni provisiones para el camino, ni dos túnicas, ni calzado, ni bastón; porque el que trabaja merece su sustento.
Cuando entren en una ciudad o en un pueblo, busquen a alguna persona respetable y permanezcan en su casa hasta el momento de partir. Al entrar en la casa, salúdenla invocando la paz sobre ella. Si esa casa lo merece, que la paz descienda sobre ella; pero si es indigna, que esa paz vuelva a ustedes.
Palabra del Señor.
Reflexión
Hoy la Iglesia recuerda a San Bernabé como Apóstol, aunque no fuera del grupo inicial de los Doce y en el Evangelio hoy se nos presenta la segunda parte del envío de los discípulos donde vemos las instrucciones concretas de cómo realizar la misión. El objetivo de la misión: revelar la presencia del Reino. “Id y anunciad: El Reino del Cielo está cerca”. ¿Cómo anunciar la presencia del Reino? ¿Sólo por medio de palabras y discursos? ¡No! Las señales de la presencia del Reino son ante todo gestos concretos, realizados gratuitamente: “Curad enfermos, resucitad muertos, purificad leprosos, expulsad demonios. Gratis lo recibisteis, dadlo gratis”. Esto significa que los discípulos tienen que acoger dentro de la comunidad aquellos que de la comunidad fueron excluidos. Esta práctica solidaria critica tanto la religión como la sociedad excluyente, y apunta hacia salidas concretas.
¿Cómo estoy respondiendo a la misión que el Señor me ha encomendado? ¿qué significa hoy la recomendación de no llevar nada por el camino cuando se va en misión?