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Marcos 12, 13-17: Den al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios.

5 de Junio 2018     Freddy Araya    

22 oct

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+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos

Le enviaron a Jesús unos fariseos y herodianos para sorprenderlo en alguna de sus afirmaciones. Ellos fueron y le dijeron: “Maestro, sabemos que eres sincero y no tienes en cuenta la condición de las personas, porque no te fijas en la categoría de nadie, sino que enseñas con toda fidelidad el camino de Dios. ¿Está permitido pagar el impuesto al César o no? ¿Debemos pagarlo o no?”
Pero Él, conociendo su hipocresía, les dijo: “¿Por qué me tienden una trampa? Muéstrenme un denario”.
Cuando se lo mostraron, preguntó: “¿De quién es esta figura y esta inscripción?”.
Respondieron: “Del César”.
Entonces Jesús les dijo: “Den al César lo que es del César, y a Dios, lo que es de Dios”.
Y ellos quedaron sorprendidos por la respuesta.

Palabra del Señor.

Reflexión

No pocas ocasiones leemos en los Evangelios cómo los fariseos se interesan por Jesús de una manera hipócrita. Por una parte, comienzan el diálogo desde la adulación más que desde la admiración; por otra, desde la intención oculta de querer pillarlo en un renuncio. Jesús se ve enfrentado a un dilema, esto es, a una pregunta con dos respuestas posibles. Le preguntan sobre la licitud de pagar o no los impuestos del imperio. Con una deja satisfecho a unos pero es rechazado por los otros, e inversamente, si elige la otra, satisface a unos pero es rechazado por los otros. Este trozo se le conoce como “La Trampa”. ¿Qué hizo Jesús? la resolvió con sabiduría abriendo una tercera respuesta que sobrepasa la barrera de la división que maliciosamente implicaba la pregunta y además, separó claramente el ámbito de las acciones y decisiones humanas de todas aquellas que son de Dios. Esta trampa de los fariseos se sigue presentando hoy en diversos planos, pero las cosas de Dios están en otro orden. Para muchos, las cosas del César son las cosas del mundo, las de Dios, son las cosas en las que el hombre se siente religado a un mundo religioso.
Como cristianos estamos llamados a impregnar con la fe cada acto de nuestra vida social y no sólo expresarla en el culto o los actos religiosos. De algún modo hoy se nos recuerda cómo Jesús respeta el libre albedrío, es decir, la libertad del hombre para decidir, lo que implica un gran regalo pero también una gran responsabilidad.
¿Cuál es hoy el sentido de la frase: “Lo de César devolvédselo a César, lo de Dios a Dios”?

Categories: Evangelio diario

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