El buen samaritano. (Lc 10, 25-37)
La pregunta es: ¿cuál es el mandamiento principal…? ¿qué es lo que más agrada a Dios…? ¿cómo es el hombre realizado según el plan de Dios? La parábola responde sobre la auténtica sabiduría… Entro un poco yo mismo en la parábola: veo al herido… y me veo a mí mismo. Ver los que pasan de largo… y verme a mí. Ver al que va de camino, ver al Señor. El se detiene, para eso ha venido, y el herido es tocado y curado por la misericordia. Jesús… y tantas otras personas no han pasado de largo al verme necesitado así. Y puedo preguntarme ¿Estoy yo realmente necesitado de alguien, del Señor? ¿Puedo valerme por mí mismo? ¿Necesito yo “salvación”? Mi “pasar de largo” de los que me necesitan… Mi corazón “endurecido” por mis pequeños asuntos.
¿Qué le pido al Señor esta tarde?