Es una gracia especial la de la ostra.
Cuando entras en su seno un grano
de arena, muy pequeñito, que le hace daño,
no se echa a llorar; no se queja,
ni desespera. Día a día va cambiando
su dolor por una perla: una obra
maestra de la naturaleza
¿Qué te sugiere esta historia al finalizar el día?