Un escriba se acercó a Jesús y le preguntó: “¿Cuál es el primero de los mandamientos?”
Jesús respondió: “El primero es: «Escucha, Israel: el Señor nuestro Dios es el único Señor; y tú amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma, con todo tu espíritu y con todas tus fuerzas». El segundo es: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo». No hay otro mandamiento más grande que éstos”.
El escriba le dijo: “Muy bien, Maestro, tienes razón al decir que hay un solo Dios y no hay otro más que Él, y que amarlo con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a sí mismo, vale más que todos los holocaustos y todos los sacrificios”.
Jesús, al ver que había respondido tan acertadamente, le dijo: “Tú no estás lejos del Reino de Dios”.
Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.
Reflexión
• “¿Cuál es el primero de los mandamientos? Jesús respondió: “Amarás al Señor con todo tu corazón y con toda tu alma, con todo tu espíritu y con todas tus fuerzas” (Mc 12,28-29).
• Esta fue la respuesta de Jesús a un letrado de la ley. ¿Qué te parece? Sencilla y clara, ¿no? ¿Cómo contestas tú cuando te hacen esta misma pregunta?