Lee atentamente,
En tu Hijo Jesús
te ex-pusiste,
te arriesgaste en el abajo
vigilado, excluido y fracasado,
para ofrecernos la Vida
en encuentros vulnerables,
en la mejilla sin trampa,
a veces besado como amigo
y al final triturado sin remedio
hasta la muerte y el escarnio.
En tu Hijo Jesús te ex-pusiste,
no te impusiste con teofanías
de fuegos y espantos siderales,
ni con la seducción astuta,
ni con el poder armado,
porque sólo en encuentros libres
pueden engendrarse auroras
para resurgir desde la noche
más divinamente amanecidos
¿Qué le dices al Señor antes de finalizar el día?
¿Qué te dice el Señor en este día que concluye?