Juan el Bautista, llamando a dos de sus discípulos, los envió a decir al Señor: «¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?»
Cuando se presentaron ante Jesús, le dijeron: «Juan el Bautista nos envía a preguntarte: «¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?»».
En esa ocasión, Jesús curó mucha gente de sus enfermedades, de sus dolencias y de los malos espíritus, y devolvió la vista a muchos ciegos. Entonces respondió a los enviados:
«Vayan a contar a Juan lo que han visto y oído: los ciegos ven, los paralíticos caminan, los leprosos son purificados y los sordos oyen, los muertos resucitan, la Buena Noticia es anunciada a los pobres. ¡Y feliz aquel para quien yo no sea motivo de tropiezo!»
Reflexionamos
«¿Eres tú el que ha de venir o debemos esperar a otro?»»… Entonces [Jesús] respondió a los enviados: «Vayan a contar a Juan lo que han visto y oído…» (Lc 7, 19b.22a).
Jesús no es principalmente discursos y promesas, sino acciones concretas.