Hoy estoy invitado a revivir mi conciencia de estar presente a Cristo resucitado (porque Él está presente a mí, lo piense yo o no lo piense), y a la obra y los dones que esa presencia suya pascual lleva consigo. Más en concreto: cómo todo el Evangelio es lo que Jesús sigue siendo para nosotros y obrando en nosotros, así lo es la vida resucitada de Jesús (resucitó “para mí”, Rom. 4, 25), y así lo son sus apariciones a los discípulos. el Señor se manifiesta en situaciones variadas de la vida – su presencia es a la vez callada, pero muy cercana – hay una preparación del descubrimiento, y una señal que finalmente lo descubre y en consecuencia, una confirmación para volver a su “elección primera”.
¿En qué situaciones del día, puedo ver que el Señor estuvo cercano?
¿Qué le dices al Señor en este día que concluye?