Este mes especialmente que hemos comenzado, se busca el afecto del divino amor y como cierta unión con Dios. Aquí se conduce al hombre por la consideración de Cristo glorioso y de su perfección de Dios y de sus grandes beneficios en nosotros. Verme a mí misma/o en la dimensión más profunda de mi propia realidad, que no termina en lo que veo y toco. Siempre estoy en presencia del Dios vivo… La comunión de amor que voy abriéndome a establecer con distintas personas no termina con la separación física, ni con la misma muerte, siempre están también conmigo. Las cosas que voy experimentando hoy, las veo a la luz de lo que está “por venir”! el “Niño Dios”.
¿Qué le dices al Señor antes de finalizar el día?
¿Qué te dice el Señor en este día que concluye?