¿Cuáles fueron las personas y acontecimientos de hoy? ¿qué fue lo más alegre y lo más difícil que viviste?
Trae a tu memoria todos los bienes recibidos de Dios hoy. Reflexiona todo lo que Dios ha hecho por ti en este día, y cómo está dispuesto a darse El mismo. Ante tanto amor, ofrécete a ti misma/o diciendo:
Toma, Señor, y recibe toda mi libertad, mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad, todo cuando tengo y poseo. Tú me lo diste; a Ti, Señor, lo devuelvo. Todo es tuyo, dispón según tu entera voluntad. Dame tu amor y tu gracia, que esto me basta.
¿Qué le dices al Señor antes de finalizar el día?
¿Qué te dice el Señor en este día que concluye?