Lee atentamente,
Optar hoy por la cruz de Cristo significa también animarse a asumir libremente la propia existencia, limitada, dolorosa y mortal, sin amargura, renunciando a todo lo que sea desprecio o explotación del hermano o de la hermana. Se trata de aceptar los propios sufrimientos en unión con Jesús, con una actitud semejante a la suya, sin odios ni venganzas.
El dolor de seguir a Jesús es triple. Se trata del esfuerzo personal por vencerse a sí misma/o para poder seguir su llamado; además se trata de luchar por suprimir el dolor de las y los crucificados de este mundo, viendo en ellas/os a Jesús sufriente; y, encima de todo ello, el dolor de padecer incomprensiones y persecución.
Jesús nos enseña a sufrir y a morir de una manera diferente; no a la manera de la resignación, sino en la fidelidad a una causa llena de esperanza.
¿Qué le dices al Señor antes de finalizar el día?
¿Qué te dice el Señor en este día que concluye?