Jesús relativiza la relación de pertenencia con el pueblo de Israel y con la familia. Enseña que el verdadero discipulado no tiene que ver con relaciones de parentesco, sino más bien, con el hecho de escuchar y realizar la voluntad de Dios. Los discípulos son la nueva familia de Jesús. ¿Busco realizar la voluntad de Dios en mi vida?
Reflexionamos
Jesús estaba hablando a la multitud, cuando su madre y sus hermanos, que estaban afuera, trataban de hablar con Él. Alguien le dijo: “Tu madre y tus hermanos están ahí afuera y quieren hablarte”.
Jesús respondió. “¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?” Y señalando con la mano a sus discípulos, agregó: “Éstos son mi madre y mis hermanos. Porque todo el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre”.