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Lucas 19, 45-48

18 de Noviembre 2016     soporte    

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Jesús, al entrar al Templo, se puso a echar a los vendedores, diciéndoles: “Está escrito: «Mi casa será una casa de oración, pero ustedes la han convertido en una cueva de ladrones»”.

Y diariamente enseñaba en el Templo. Los sumos sacerdotes, los escribas y los más importantes del pueblo buscaban la forma de matarlo. Pero no sabían cómo hacerlo, porque todo el pueblo lo escuchaba y estaba pendiente de sus palabras.

Reflexionamos

En Israel los profetas lucharon para hacer que en Templo se viva el verdadero culto, basado en la justicia y la misericordia y no un culto desencarnado. Jesús en ese contexto expulsa a los mercaderes, con aquellos que lucran con la fe, quiere volver el culto a Dios y no al dinero. El evangelio de hoy nos invita a tener ese celo por Dios y su Reino. ¿Qué actitudes tengo que expulsar en mí para testimoniar el Reino de Dios?

Categories: Evangelio diario

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