Los fariseos le preguntaron a Jesús cuándo llegará el Reino de Dios. Él les respondió: “El Reino de Dios no viene ostensiblemente, y no se podrá decir: «Está aquí» o «Está allí». Porque el Reino de Dios está entre ustedes”.
Jesús dijo después a sus discípulos: “Vendrá el tiempo en que ustedes desearan ver uno solo de los días del Hijo del hombre y no lo verán. Les dirán: «Está aquí» o «Está allí», pero no corran a buscarlo. Como el relámpago brilla de un extremo al otro del cielo, así será el Hijo del hombre cuando llegue su Día.
Pero antes tendrá que sufrir mucho y será rechazado por esta generación”.
Reflexionamos
Los fariseos preguntan a Jesús acerca de la instauración del Reino de Dios. Esta pregunta no es extraña para ellos, pues se circunscribe en las expectativas mesiánicas (y escatológicas) del pueblo de Israel. Sin embargo, la respuesta de Jesús es de otra índole, vele decir, que busca corregir sus falsas expectativas y les invita a descubrir dentro se sí el Reino de Dios. ¿Dejo crecer en mi corazón el Reino de Dios? ¿Con qué actitudes manifiesto a los demás este Reino?