+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús decía a sus discípulos:
“Gánense amigos con el dinero de la injusticia, para que el día en que éste les falte, ellos los reciban en las moradas eternas.
El que es fiel en lo poco también es fiel en lo mucho, y el que es deshonesto en lo poco también es deshonesto en lo mucho. Si ustedes no son fieles en el uso del dinero injusto, ¿quién les confiará el verdadero bien? Y si no son fieles con lo ajeno, ¿quién les confiará lo que les pertenece a ustedes?
Ningún servidor puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro, o bien se interesará por el primero y menospreciará al segundo. No se puede servir a Dios y al Dinero”.
Los fariseos, que eran amigos del dinero, escuchaban todo esto y se burlaban de Jesús. Él les dijo: “Ustedes aparentan rectitud ante los hombres, pero Dios conoce sus corazones. Porque lo que es estimable a los ojos de los hombres resulta despreciable para Dios”.
Reflexionamos
Jesús continúa con sus parábolas de carácter sapiencial. En esta oportunidad no declara que se oponga al dinero o la riqueza, sino que es un llamado a discernir cuál es nuestra relación con el ellos. Quien sigue a Jesús tiene puesto su corazón en buscar el Reino de Dios, su verdad y su justicia, en la fraternidad y en la solidaridad. El dinero es un medio y no un fin en sí mismo. ¿Vivo con libertad de espíritu mi relación con el dinero o lo he transformado en algo importante, casi sagrado para mi vida?