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Lucas 14, 1. 7-11

29 de Octubre 2016     soporte    

29-10

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+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Un sábado, Jesús entró a comer en casa de uno de los principales fariseos. Ellos lo observaban atentamente. Y al notar cómo los invitados buscaban los primeros puestos, les dijo esta parábola:
«Si te invitan a un banquete de bodas, no te coloques en el primer lugar, porque puede suceder que haya sido invitada otra persona más importante que tú, y cuando llegue el que los invitó a los dos, tenga que decirte: «Déjale el sitio», y así, lleno de vergüenza, tengas que ponerte en el último lugar.
Al contrario, cuando te inviten, ve a colocarte en el último sitio, de manera que cuando llegue el que te invitó, te diga: «Amigo, acércate más», y así quedarás bien delante de todos los invitados. Porque todo el que se ensalza será humillado, y el que se humilla será ensalzado.»

Reflexionamos

En una primera lectura, quizás este texto parezca una versión antigua del famoso “Manual de Carreño”, que consistía en consejos de urbanidad y buenas costumbres. Jesús no está enfocado en eso. Más bien, señala algunas actitudes concretas que hace quien quiere entrar por la “puerta estrecha” que lleva a la salvación, y de la cual se hizo una reflexión pocos días atrás. Quien es humilde (o lo que es lo mismo: quien no se cree más de lo que es) sabe que la soberbia es una planta roja, de rápido crecimiento en el corazón humano, de resistentes raíces, la cual se elimina si hay atención permanente a no buscar valoración externa. Sólo el que es pequeño puede pasar por la puerta estrecha que lleva al Reino, dijimos días atrás. Porque el que se cree más de lo que es, en la entrada del Reino recibirá un balde de agua fría. Sí, porque ahí el soberbio será humillado, y el humilde será ensalzado. Busca hoy modos de ejercitar este consejo.

Categories: Evangelio diario

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