Lee atentamente, [de los Ejercicios Ignacianos – EE.EE 98].
“Eterno Señor de todas las cosas,
con tu permiso y con tu ayuda
yo hago mi oblación delante de ti, Bondad infinita
y delante de tu Madre gloriosa,
y de todos los santos y santas de tu corte celestial.
Declaro que quiero y deseo
y es mi determinación deliberada
imitarte padeciendo contigo toda clase de injusticias,
menosprecios y penurias, aun efectivas,
si es tu voluntad recibirme en este estilo de vida, cercano siempre a ti.»
¿Qué le dices al Señor antes de finalizar el día?
¿Qué te dice el Señor en este día que concluye?