Medita intensamente:
Imagínate delante de Jesús en la cruz. ¿Cómo ve él esta situación de pecado? ¿Cómo mira a la humanidad? ¿Cómo te mira a ti? ¿Qué puedes o deseas hacer tú por Jesús?
Trata de hablar con él de la manera más espontánea que te sea posible.
¿A qué te invita hoy el Señor, desde la cruz?
¿Qué le dices al Señor hoy al finalizar el día?