Lee atentamente Gn 1, 26-
Dijo Dios: «Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza. Que tenga autoridad sobre los peces del mar y sobre las aves del cielo, sobre los animales del campo, las fieras salvajes y los reptiles que se arrastran por el suelo.» Y creó Dios al hombre a su imagen. A imagen de Dios lo creó. Varón y mujer los creó. Dios los bendijo, diciéndoles: «Sean fecundos y multiplíquense. Llenen la tierra y sométanla. Tengan autoridad sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo y sobre todo ser viviente que se mueve sobre la tierra.»
• Dios crea por amor, lo que significa que Dios quiere compartir su amor, quiere tener a quien amar y quien lo ame a él. Soy libre e inteligente para poder amar, como Dios, mi Creador, me ama.
• Al llamarme a la existencia, a vivir mis dones y cualidades particulares, Dios sembró en mi interior una finalidad original, que es la expresión concreta de sus esperanzas para mí. Mi vida es para descubrir en mí esa finalidad original y llevarla a la práctica.
¿Cómo expresaría, con mis palabras y desde mi propia realidad, ese «sueño» de Dios para mí? ¿Qué sueña el Señor para mi?
¿Qué le digo al Señor que me ha creado?