Lee atentamente, el Salmo 136.
Den gracias al Señor, porque él es bueno,
porque su amor perdura para siempre.
Den gracias al que es Dios de los dioses,
porque su amor perdura para siempre.
Den gracias al Señor de los señores,
porque su amor perdura para siempre.
Al único que ha hecho maravillas,
porque su amor perdura para siempre.
Al que con sabiduría hizo los cielos,
porque su amor perdura para siempre.
Al que puso la tierra sobre las aguas,
porque su amor perdura para siempre.
Al que creó las grandes luminarias,
porque su amor perdura para siempre.
Al sol para que gobierne el día,
porque su amor perdura para siempre.
La luna y las estrellas para que manden la noche,
porque su amor perdura para siempre.
Den gracias al que es Dios de los cielos,
porque su amor perdura para siempre
- Desde antes de nacer hasta el día de hoy, mi historia personal es una historia del amor de Dios en mi vida.
- Dios es mi Padre, me ha creado y me sigue creando día a día. Cada acontecimiento de mi vida ha estado lleno de la presencia del Señor, que se ha manifestado en cada gesto de amor dado o recibido. He vivido rodeado de personas, hechos, lugares, experiencias, en los cuales Dios me ha formado, como el alfarero que trabaja con el barro.
- Posiblemente no me he dado cuenta de su amor en mi vida, y en este día, pero basta que abra mis ojos para descubrir muchos signos de su presencia.
¿Qué sentimiento predominan hoy al terminar el día? (paz, inquietud, consolación, temor, confianza, etc.)
¿Qué le digo al Señor ahora antes de mi descanso?