Te invitamos a leer detenidamente.
Juan 6, 1 -13. Después Jesús pasó a la otra orilla del lago de Galilea, cerca de Tiberíades. Le seguía un enorme gentío a causa de las señales milagrosas que le veían hacer en los enfermos. Jesús subió al monte y se sentó allí con sus discípulos. Se acercaba la Pascua, la fiesta de los judíos.
Jesús, pues, levantó los ojos y, al ver el numeroso gentío que acudía a él, dijo a Felipe: «¿Dónde iremos a comprar pan para que coma esa gente?» Se lo preguntaba para ponerlo a prueba, pues él sabía bien lo que iba a hacer. Felipe le respondió: «Doscientas monedas de plata no alcanzarían para dar a cada uno un pedazo.» Otro discípulo, Andrés, hermano de Simón Pedro, dijo: «Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos pescados. Pero, ¿qué es esto para tanta gente?» Jesús les dijo: «Hagan que se siente la gente.»
Había mucho pasto en aquel lugar, y se sentaron los hombres en número de unos cinco mil. Entonces Jesús tomó los panes, dio las gracias y los repartió entre los que estaban sentados. Lo mismo hizo con los pescados, y todos recibieron cuanto quisieron. Cuando quedaron satisfechos, Jesús dijo a sus discípulos: «Recojan los pedazos que han sobrado para que no se pierda nada.» Los recogieron y llenaron doce canastos con los pedazos que no se habían comido.
Estamos en medio de una situación difícil. Hay que alimentar a muchas personas y los discípulos a pesar de su inteligencia no pueden resolver el problema. Ellos están llenos de capacidades intelectuales y de liderazgo, sin embargo, han olvidado confiar en Dios.
Un niño pequeño, que bien puedes ser tu mismo, se acerca silenciosamente y ofrece a Jesús lo único que tiene “cinco panes y dos peces”. La diferencia entre él y los apóstoles es la confianza de que si ofrezco todo lo que tengo al servicio de los demás, entonces el Señor lo transformará y multiplicará más allá de lo que nosotros mismos podemos imaginar. Recuerda a la Madre Teresa de Calcuta quien puso al servicio de los pobres y marginados su inmenso amor y de ese modo multiplicó la ayuda a esas personas más allá de sus frágiles fuerzas.
¿Sientes que desarrollaste al máximo tus talentos hoy? ¿Qué te dice el Señor con este signo que has leído? ¿A qué te invita el Señor luego de este día? ¿Qué personas que encontraste hoy, te hacen pensar en esta escena que leíste?.