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Lucas 12, 35-38: Estén Preparados, Ceñidas Las Vestiduras Y Con Las Lámparas Encendidas

24 de Octubre 2023     Freddy Araya    

16 de noviembre

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+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas

Jesús dijo a sus discípulos:
Estén preparados, ceñidas las vestiduras y con las lámparas encendidas. Sean como los hombres que esperan el regreso de su señor, que fue a una boda, para abrirle apenas llegue y llame a la puerta.
¡Felices los servidores a quienes el señor encuentra velando a su llegada!
Les aseguro que él mismo recogerá su túnica, los hará sentar a la mesa y se pondrá a servirlos.
¡Felices ellos, si el señor llega a medianoche o antes del alba y los encuentra así!

Palabra del Señor.

Reflexión

En el largo y decidido camino de Jesús hacia Jerusalén, donde él sabe que le espera la Cruz y la Gloria, el Señor aprovecha el viaje para instruir intensamente a sus discípulos y sus discípulas; en efecto el Evangelio según San Lucas nos estaba presentando ayer, la enseñanza sobre el peligro de las riquezas, esa instrucción concluye en Lc 12, 22-34 que es un texto que no hemos leído. El evangelista introduce hoy a la invitación que hace Jesús a la vigilancia y a la fidelidad, un texto que reúne tres parábolas: la primera, los servidores fieles, la segunda, el dueño de casa y el ladrón y la tercera, los dos administradores. Hoy nos corresponde leer sólo la primera de estas parábolas, la de los servidores fieles, con ella Jesús advierte con fuerza que sus discípulos, en lugar de estar preocupados por las cosas materiales, deben estar esperando su venida, la venida del Reino de los Cielos que llega con la predicación de Jesús, pero también su retorno, su venida como el Hijo del Hombre en gloria y majestad en el último día. Cabe destacar que los judíos se ceñían la cintura para salir de casa o para ejecutar algún trabajo, por lo tanto, la cintura ceñida es signo de estar listo para algo, lo mismo significa el hecho de estar con las lámparas encendidas. Así debe estar preparado y dispuesto en todo momento el verdadero cristiano, sólo así se sentará en el banquete celestial donde será servido, nada menos que, por el mismo Señor. Sobre este texto comenta San Cirilo de Alejandría: «Cuando venga y nos encuentre ceñidos, despiertos y con el corazón encendido, entonces Él nos bendecirá inmediatamente… Él nos confortará y dispondrá para nosotros banquetes espirituales, desplegando la mesa abundante de sus dones».

¿Estoy preparado (a) para el encuentro con el Señor? ¿Son las posesiones o bienes materiales un impedimento? ¿Anhelo, en mi corazón, participara del banquete celestial junto con el Señor?

Categories: Evangelio diario

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