+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas
Cuando Jesús llegó a Nazaret, dijo a la multitud en la sinagoga: “Les aseguro que ningún profeta es bien recibido en su tierra. Yo les aseguro que había muchas viudas en Israel en el tiempo de Elías, cuando durante tres años y seis meses no hubo lluvia del cielo y el hambre azotó a todo el país. Sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una viuda de Sarepta, en el país de Sidón.
También había muchos leprosos en Israel, en el tiempo del profeta Elíseo, pero ninguno de ellos fue sanado, sino Naamán, el sirio”.
Al oír estas palabras, todos los que estaban en la sinagoga se enfurecieron y, levantándose, lo empujaron fuera de la ciudad, hasta un lugar escarpado de la colina sobre la que se levantaba la ciudad, con intención de despeñarlo. Pero Jesús, pasando en medio de ellos, continuó su camino.
Palabra del Señor.
Reflexión
Ayer hemos iniciado la tercera semana del Tiempo de Cuaresma y en el día de hoy San Lucas nos trae un breve texto que hace referencia a la visita de Jesús a Nazaret, visita que termina en un “fracaso” debido a la testarudez y dureza de corazón de sus compatriotas. Hemos visto como el Señor ha leído y comentado el texto de Isaías 61, dándonos una visión universalista de la salvación: todos están llamados judíos y paganos y también varones y mujeres. El Señor hace referencia a la situación del profeta rechazado y para ello se apoya en las historias de Elías y Eliseo dos profetas del Antiguo Testamento (Maestro y discípulo) que también sufrieron rechazo; debido a esa situación de rechazo ellos se dirigieron a anunciar y mostrar la misericordia de Dios a los paganos, en este caso concreto la viuda de Sarepta (Sidón) y el general Naamán (Siria), estas dos personas son la prueba de que el amor de Dios no tiene barreras de ningún tipo, ya que la gracias de Dios no puede ser condicionada por nada. El Maestro nazareno les advierte a los judíos que si ellos persisten en rechazarlo su misión se va a extender a todos los rincones del mundo y ellos quedarán fuera. Los asistentes de la sinagoga al comprender el mensaje se enfurecen y atacan a Jesús para matarlo despeñándolo desde un lugar alto. Pero Lucas nos dice que, simplemente Jesús pasó entre ellos y siguió su camino, de esta manera el evangelista indica que nada se puede interponer en el camino y en la misión del Señor, anunciando así, incluso su triunfo sobre la muerte en su Pascua.
¿Escucho y acepto el mensaje de Jesús? ¿Conozco las historias de Elías y Eliseo? ¿De qué manera me preparo para la Pascua del Señor?