Pierre-Augustin de Beaumarchais (1732-1799), dramaturgo francés, famoso sobre todo por sus obras de ambiente español El barbero de Sevilla y Las bodas de Fígaro, escribió: «La vida
es demasiado corta para dar satisfacción al rencor».
El rencor es el odio acumulado en nuestras vidas, es el odio manifiesto hacia el que nos ha ofendido o hacia el que envidiamos porque es mejor que nosotros o nos supera en algún aspecto. Y no olvidemos que el odio hiere mucho más al que odia que al odiado. Desterremos el rencor de nuestras vidas. Son demasiado breves para darle satisfacción.
No gastemos nuestra existencia en rencores y envidias.
Son demasiado fugaces para este juego macabro que nos envilece y amarga.
Del rencor no sacamos absolutamente nada: nos corroe por dentro, entristece nuestra vida y nos bloquea para hacer algo útil en favor de los demás.
¿Qué lugar ocupa el rencor en nuestra vida, en nuestra sociedad?