+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan
Era el día de la Preparación de la Pascua. Los judíos pidieron a Pilato que hiciera quebrar las piernas de los crucificados y mandara retirar sus cuerpos, para que no quedaran en la cruz durante el sábado, porque ese sábado era muy solemne. Los soldados fueron y quebraron las piernas a los dos que habían sido crucificados con Jesús. Cuando llegaron a él, al ver que ya estaba muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le atravesó el costado con la lanza, y en seguida brotó sangre y agua. El que vio esto lo atestigua: su testimonio es verdadero y él sabe que dice la verdad, para que también ustedes crean. Esto sucedió para que se cumpliera la Escritura que dice: «No le quebrarán ninguno de sus huesos». Y otro pasaje de la Escritura, dice: «Verán al que ellos mismos traspasaron».
Palabra del Señor.
Reflexión
El Tiempo durante el año tiene cuatro Solemnidades del Señor repartidas en sus 34 semanas, ya celebramos la Santísima Trinidad y Corpus Christi y hacia fines de año celebraremos Cristo Rey y, en el día de hoy, corresponde la celebración de la Solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús; naturalmente al ser una solemnidad tiene lecturas propias, por eso suspendemos hoy la lectura de San Mateo y leemos un texto tomado del evangelista San Juan. En este texto se nos presenta la certificación de la muerte de Jesús por parte de las autoridades. Se destaca la sangre y el agua salida del costado de Jesús que hace referencia a su martirio, ya que el hecho recuerda a un mártir del tiempo de los Macabeos; pero Juan toma este hecho de la sangre y el agua y lo presenta con un significado totalmente nuevo. El agua representa el Espíritu que Jesús glorificado va a derramar sobre sus discípulos y la sangre significa la muerte de Jesús necesaria para la salvación como se dirá en 1 Jn 5,6-7 y 1 Jn 1,7. El texto termina con dos citas del Antiguo Testamento, la primera puede ser de Ex 12,10 (LXX), Ex 12,46 y Nm 9,12 y así se referiría a Jesús como el cordero pascual sacrificado por nosotros o también puede ser de Sal 22,19 o Sal 69,22 y así se referiría a Jesús como el siervo sufriente por nuestra salvación; la segunda cita es de Zac 12,10 que en el Ap 1,7 se refiere a la crucifixión misma de Jesús y aquí en el evangelio de Juan se refiere al detalle de que los soldados atravesaron el costado de Jesús, siendo la contemplación del que traspasaron la señal del juicio y el hecho mismo de herir su costado el cumplimiento del juicio.
¿Cómo es mi relación personal con Jesús? ¿En qué se parece mi corazón al Corazón de Jesús? ¿He descubierto el gozo que significa encontrar y seguir a Jesús?