+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo
Los discípulos se acercaron a Jesús para preguntarle: “¿Quién es el más grande en el Reino de los cielos?”. Jesús llamó a un niño, lo puso en medio de ellos y dijo: “Les aseguro que si ustedes no cambian o no se hacen como niños, no entrarán en el Reino de los Cielos. Por lo tanto, el que se haga pequeño como este niño, será el más grande en el Reino de los Cielos. El que recibe a uno de estos pequeños en mi Nombre, me recibe a mí mismo. Cuídense de despreciar a cualquiera de estos pequeños, porque les aseguro que sus ángeles en el cielo están constantemente en presencia de mi Padre celestial”.
Palabra del Señor.
Reflexión
Hoy hacemos memoria de los Santos Ángeles Custodios. Ángel significa enviado o mensajero y en este día, en que se nos viene a la memoria aquella tierna oración del “Ángel de la Guarda”, queremos acoger con un corazón abierto lo que el Evangelio de Mateo nos trae. Hoy vamos a meditar sobre la acogida que hay que dar a los pequeños. Pequeño es para Jesús el que necesita apoyo, el que tiene carencias y requiere de una mano amorosa. No es solo, por tanto, el niño, sino toda persona que está en esa situación, lo es así, el pobre, el cesante, el enfermo, el perseguido, el excluido, el discriminado, todo aquel que necesita apoyo. Jesús pide que los pequeños, estén en el centro de las preocupaciones de la comunidad; mientras haya un “pequeño” (desvalido) en nuestro medio no podemos quedarnos tranquilos… en ellos, dice el Evangelio, sus ángeles en el cielo están constantemente en presencia de mi Padre celestial ¿No es esta una clara clave para nosotros y toda la Iglesia? ¡Qué gran interpelación la que nos ofrece El Señor en este día!
Preguntémonos: en el día a día los pequeños ¿son acogidos en nuestras comunidades? Las personas más pobres del barrio ¿participan en nuestra comunidad?