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Juan 7, 1-2. 10. 14. 25-30: ¿Así que ustedes me conocen y saben de dónde soy?

27 de Marzo 2020     Freddy Araya    

Lc. 21, 5-11

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+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan

Jesús recorría la Galilea; no quería transitar por Judea porque los judíos intentaban matarlo.
Se acercaba la fiesta judía de las Chozas. Cuando sus hermanos subieron para la fiesta, también Él subió, pero en secreto, sin hacerse ver. Promediaba ya la celebración de la fiesta, cuando Jesús subió al Templo y comenzó a enseñar.
Algunos de Jerusalén decían: “¿No es éste Aquél a quien querían matar? ¡Y miren como habla abiertamente y nadie le dice nada! ¿Habrán reconocido las autoridades que es verdaderamente el Mesías? Pero nosotros sabemos de dónde es éste; en cambio, cuando venga el Mesías, nadie sabrá de dónde es”.
Entonces Jesús, que enseñaba en el Templo, exclamó: “¿Así que ustedes me conocen y saben de dónde soy?
Sin embargo, Yo no vine por mi propia cuenta; pero el que me envió dice la verdad, y ustedes no lo conocen.
Yo sí lo conozco, porque vengo de Él y es Él el que me envió”.
Entonces quisieron detenerlo, pero nadie puso las manos sobre Él, porque todavía no había llegado su hora.

Palabra del Señor.

Reflexión

Cercanos a Semana Santa, la liturgia nos viene regalando estos días diversos discursos o hechos de Jesús camino de Jerusalén. Hoy mismo lo vemos ya tomando la decisión de entrar en Jerusalén y, todavía más, de encarar hacia el Templo… sabiendo las consecuencias. Al ver la escena que nos presenta el evangelio de hoy comenzamos preguntándonos: ¿Qué era lo que esperaba el pueblo judío? ¿Qué Mesías y con qué características lo identificaban? Como Jesús es conocido, no le creen. No creen que sea capaz de ser el que esperan, el Mesías. Igual que nosotros. Nos hemos hecho una idea de Jesús, de lo que es, y estamos cómodos, porque nos lo hemos adaptado a lo que nos interesa. Esta actitud nos impide mirar, descubrir y buscar. Nosotros, también caemos en esta dinámica, hacemos juicios precipitados acerca de otros, sin darnos cuenta cómo nuestras propias limitaciones nos ciegan de sus verdades. La Cuaresma que estamos viviendo, en contexto de COVID19, sigue siendo tiempo de gracia, tiempo especial para revisar nuestra vida, nuestras actitudes y también, un tiempo de encuentro, con nosotros mismos, con quienes están en casa y con El Señor que nunca deja de estar con nosotros. Encontrémonos con Jesús, y seamos capaces de encontrar ese camino de cambio para vivir con Él, la llegada de su Hora.

En esta Cuaresma ¿qué camino y acciones hemos realizado para mirar, descubrir y buscar encontrarnos con el Señor? En el contexto que estamos viviendo hoy, ¿Cómo te las arreglas cuando la gente te rechaza y te critica cuando quieres su bien?

Categories: Evangelio diario

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