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Juan 6, 22-29: Trabajen… por el alimento que permanece hasta la vida eterna.

6 de Mayo 2019     Freddy Araya    

30 de noviembre

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+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan

Después que Jesús alimentó a unos cinco mil hombres, sus discípulos lo vieron caminando sobre el agua. Al día siguiente, la multitud que se había quedado en la otra orilla vio que Jesús no había subido con sus discípulos en la única barca que había allí, sino que ellos habían partido solos.
Mientras tanto, unas barcas de Tiberíades atracaron cerca del lugar donde habían comido el pan, después que el Señor pronunció la acción de gracias.
Cuando la multitud se dio cuenta de que Jesús y sus discípulos no estaban en el lugar donde el Señor había multiplicado los panes, subieron a las barcas y fueron a Cafarnaúm en busca de Jesús. Al encontrarlo en la otra orilla, le preguntaron, “Maestro, ¿cuándo llegaste?”
Jesús les respondió: “Les aseguro que ustedes me buscan, no porque vieron signos, sino porque han comido pan hasta saciarse. Trabajen, no por el alimento perecedero, sino por el que permanece hasta la Vida eterna, el que les dará el Hijo del hombre; porque es Él a quien Dios, el Padre, marcó con su sello”.
Ellos le preguntaron: “¿Qué debemos hacer para realizar las obras de Dios?”
Jesús les respondió: “La obra de Dios es que ustedes crean en Aquél que Él ha enviado”.
Palabra del Señor.

Reflexión

Hoy, después de la multiplicación de los panes, la multitud se pone en busca de Jesús, y en su búsqueda llegan hasta Cafarnaúm. Ayer como hoy, los seres humanos han buscado lo divino. A Jesús lo buscaba la gente porque había saciado sus deseos materiales cuando multiplicó el pan en una ocasión. Sin duda también tenían hambre de otro pan más esencial, aunque no lo sabían. Jesús reconoció que “andaban como ovejas sin pastor”. Por eso, su respuesta nos interpela y nos anima a trabajar en el crecimiento de la fe. Sus palabras nos ayudan a discernir y purificar nuestras intenciones en su seguimiento. Podemos preguntarnos: ¿Por qué busco al Señor? ¿Dónde busco el pan que alimenta mi vida? ¿Qué está alimentando mi vida? Que este tiempo de Pascua sea para todos nosotros una oportunidad para redescubrir en los pequeños signos de cada día la presencia de Dios en nuestra vida y de abrirnos al seguimiento del Señor Resucitado con un corazón que no va tras Él por el alimento perecedero, sino por el que permanece.

Por un momento, hagamos silencio y preguntémonos: Creer en Jesús: ¿qué significa esto para mí, bien concretamente en mi vida de cada día? ¿Por qué crees que tienes fe? ¿Y por qué tienes fe en lo que crees?

Categories: Evangelio diario

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