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Tentaciones en la oración

23 de Junio 2018     soporte    

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Tomado de unas cartas en las que un diablo ‘experto’ da consejos a otro más joven sobre cómo poder tentar a un cristiano convertido (el paciente)que se ha pasado al bando del ‘Enemigo’(Jesús).

“Lo mejor, en cuanto sea posible, es alejar totalmente al paciente de la intención de rezar en serio, convenciéndole de que aspire a algo enteramente espontáneo, interior, informal y no codificado. Esto supondrá para el principiante un gran esfuerzo, destinado a suscitar en sí mismo un estado de ánimo vagamente devoto, en el que no podrá producirse una verdadera concentración de la voluntad y de la inteligencia. Uno de sus poetas, Coleridge, escribió que él no rezaba ‘moviendo los labios y arrodillado’, sino que, simplemente, ‘se ponía en situación de amar’ y se entregaba ‘a un sentimiento implorante’. Ésa es exactamente la clase de oraciones que nos conviene; y como tiene un cierto parecido con la oración de silencio que practican los que están muy adelantados en el servicio del Enemigo, podemos engañar durante bastante tiempo a pacientes listos y perezosos. Por lo menos se les puede convencer de que la posición corporal es irrelevante para rezar, ya que olvidan continuamente que son animales y que lo que hagan con sus cuerpos influye en sus almas. Es curioso que los mortales nos pinten siempre dándoles ideas cuando, en realidad, nuestro trabajo más eficaz consiste en evitar que a ellos se les ocurran cosas. C.S. Lewis

¿Qué te hace pensar y decirle al Señor?

Categories: Buenas Noches

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