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Juan 6, 22-29: Trabajen, no por el alimento perecedero, sino por el que permanece hasta la vida eterna

16 de Abril 2018     Freddy Araya    

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+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 6, 22-29
Después que Jesús alimentó a unos cinco mil hombres, sus discípulos lo vieron caminando sobre el agua. Al día siguiente, la multitud que se había quedado en la otra orilla vio que Jesús no había subido con sus discípulos en la única barca que había allí, sino que ellos habían partido solos.
Mientras tanto, unas barcas de Tiberíades atracaron cerca del lugar donde habían comido el pan, después que el Señor pronunció la acción de gracias.
Cuando la multitud se dio cuenta de que Jesús y sus discípulos no estaban en el lugar donde el Señor había multiplicado los panes, subieron a las barcas y fueron a Cafarnaúm en busca de Jesús. Al encontrarlo en la otra orilla, le preguntaron, “Maestro, ¿cuándo llegaste?”
Jesús les respondió: “Les aseguro que ustedes me buscan, no porque vieron signos, sino porque han comido pan hasta saciarse. Trabajen, no por el alimento perecedero, sino por el que permanece hasta la Vida eterna, el que les dará el Hijo del hombre; porque es Él a quien Dios, el Padre, marcó con su sello”.
Ellos le preguntaron: “¿Qué debemos hacer para realizar las obras de Dios?”
Jesús les respondió: “La obra de Dios es que ustedes crean en Aquél que Él ha enviado”.
Palabra del Señor.

Reflexión

En el Evangelio de hoy iniciamos la reflexión sobre el Discurso del Pan de Vida, que se prolongará durante los próximos seis días, hasta el final de esta semana. Jesús con sus gestos y palabras trata de abrir los ojos de la gente para que aprenda a leer los acontecimientos y descubra en ellos el rumbo que debe tomar en la vida. Pues no basta ir detrás de las señales milagrosas que multiplican el pan para el cuerpo, porque, no de sólo pan vive el hombre. Hoy en día se habla mucho de la calidad de los alimentos y se pone esmero en su preparación. Jesús viene a ofrecernos el mejor alimento, uno que no tiene fecha de vencimiento ni contraindicaciones porque nos sustenta para la Vida Eterna. Así de nutritivo y energizante se presenta Jesús para nuestra existencia.
La gente tenía hambre, comió el pan y buscó más pan. Buscó el milagro y no la señal de Dios que en el milagro se escondía. ¿Qué es lo que más busco en mi vida: el milagro o la señal?

Categories: Evangelio diario

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