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Lucas 4, 24-30: ningún profeta es bien recibido en su patria.

5 de Marzo 2018     Freddy Araya    

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+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 4, 24-30
Cuando Jesús llegó a Nazaret, dijo a la multitud en la sinagoga: “Les aseguro que ningún profeta es bien recibido en su tierra. Yo les aseguro que había muchas viudas en Israel en el tiempo de Elías, cuando durante tres años y seis meses no hubo lluvia del cielo y el hambre azotó a todo el país. Sin embargo, a ninguna de ellas fue enviado Elías, sino a una viuda de Sarepta, en el país de Sidón.
También había muchos leprosos en Israel, en el tiempo del profeta Elíseo, pero ninguno de ellos fue sanado, sino Naamán, el sirio”.
Al oír estas palabras, todos los que estaban en la sinagoga se enfurecieron y, levantándose, lo empujaron fuera de la ciudad, hasta un lugar escarpado de la colina sobre la que se levantaba la ciudad, con intención de despeñarlo. Pero Jesús, pasando en medio de ellos, continuó su camino.
Palabra del Señor.

Reflexión

“Ningún profeta es bien recibido en su patria” –nos dice Jesús en el evangelio de hoy-. La gente de Nazaret sintió rabia hacia Jesús porque no había hecho ningún milagro en Nazaret, como había hecho en Cafarnaún. Jesús responde: “¡Ningún profeta es bien recibido en su patria!” En el fondo, ellos no aceptaban la nueva imagen de Dios que Jesús les comunicaba a través de esta nueva interpretación más libre de Isaías; les costaba aceptar que Dios también ama a “los de afuera”, a los que no son del propio grupo. Jesús retoma el episodio del profeta Eliseo con Naamán para enseñar a sus contemporáneos que Dios no se deja encerrar por nuestros criterios estrechos. Dios no pone fronteras, al contrario, quiere atravesarlas. En este tiempo de Cuaresma y a propósito del revuelo de los últimos días en torno al tema de los migrantes el Evangelio nos interpela: ¿Estamos dispuestos a participar de este amor universal y sin distinciones? El mensaje del Dios de Jesús superaba los límites de los judíos para acoger a los excluidos y toda la humanidad y nos invita a romper con nuestras barreras.
Hoy nos podemos preguntar ¿Quiénes son los excluidos que deberíamos acoger mejor en nuestra comunidad?

Categories: Evangelio diario

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