Loading

Mateo 16, 13-19: Tú eres Pedro, y te daré las llaves del Reino de los Cielos. La Cátedra de san Pedro

22 de Febrero 2018     Freddy Araya    

28

0
Compartidos
0

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 16, 13-19
Al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: “¿Qué dice la gente sobre el Hijo del hombre? ¿Quién dicen que es?”.
Ellos le respondieron: “Unos dicen que es Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías o alguno de los profetas”.
“Y ustedes, les preguntó, ¿quién dicen que soy?”.
Tomando la palabra, Simón Pedro respondió: “Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo”.
Y Jesús le dijo: “Feliz de ti, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en el cielo. Y Yo te digo: Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder de la muerte no prevalecerá contra ella. Yo te daré las llaves del Reino de los Cielos. Todo lo que ates en la tierra, quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra, quedará desatado en el cielo”.
Palabra del Señor.

Reflexión

«¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?» Es la pregunta que en el evangelio de hoy Jesús nos dirige. Necesita saber si le hemos entendido, si le reconocemos tal y como es. Porque de Jesús se dicen muchas cosas, se escriben muchos libros y se le interpreta de múltiples maneras. Posiblemente hoy, a pesar de la mayor distancia cronológica, tenemos más conocimiento e información que sus contemporáneos. Pero ¿tenemos la misma adhesión y fe que sus discípulos? Simón reconoce quién es Jesús, y entonces Jesús le revela su identidad. Ojalá podamos decir con el corazón, como dijo Pedro: «Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo.» Es decir, Señor Jesús, tú eres mi vida, mi hermano, mi amado…, mi Señor… yo creo en ti, en tus Palabras de vida eterna… Por eso la fiesta de hoy. De este modo, asentada sobre la roca, la Iglesia crecerá sólidamente.
Oremos hoy por el sucesor de Pedro, el Papa Francisco, para que reciba la fuerza y la inspiración del Espíritu Santo en todo momento y siga guiando la barca que el pescador de Galilea recibió como encargo del propio Cristo.

Categories: Evangelio diario

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Valoración*