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Marcos 12, 1-12

5 de Junio 2017     soporte    

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+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos
Jesús se puso a hablar en parábolas a los sumos sacerdotes, los escribas y los ancianos:
«Un hombre plantó una viña, la cercó, cavó un lagar y construyó una torre de vigilancia. Después la arrendó a unos viñadores y se fue al extranjero.
A su debido tiempo, envió a un servidor para percibir de los viñadores la parte de los frutos que le correspondía. Pero ellos lo tomaron, lo golpearon y lo echaron con las manos vacías.
De nuevo les envió a otro servidor, y a este también lo maltrataron y lo llenaron de ultrajes. Envió a un tercero, y a este lo mataron. Y también golpearon o mataron a muchos otros.
Todavía le quedaba alguien, su hijo, a quien quería mucho, y lo mandó en último término, pensando: «Respetarán a mi hijo.» Pero los viñadores se dijeron: «Este es el heredero: vamos a matarlo y la herencia será nuestra.» Y apoderándose de él, lo mataron y lo arrojaron fuera de la viña.
¿Qué hará el dueño de la viña? Vendrá, acabará con los viñadores y entregará la viña a otros. ¿No han leído este pasaje de la Escritura:
«La piedra que los constructores rechazaron
ha llegado a ser la piedra angular:
ésta es la obra del Señor, admirable a nuestros ojos?».
Entonces buscaban la manera de detener a Jesús, porque comprendían que esta parábola la había dicho por ellos, pero tenían miedo de la multitud. Y dejándolo, se fueron.

Reflexiona

• En la parábola que el Señor menciona, se nos indica de forma clara que Dios es el dueño de la viña. Se trata de la salvación que gratuitamente ofrece a los hombres, pero que los funcionarios religiosos ponen en peligro. Son ellos los que usando la violencia no han podido cuidar la viña. El pueblo se transforma en víctima de aquellos que poseen el poder. Éstos no respetan a nadie, asesinan a quienes pretenden ayudar al pueblo en virtud de su humanización. El padre, entonces envía a su hijo, al cual también asesinan. Se trata de un amor tan grande y generoso, pues envía al heredero de la viña para preservar de ella. ¿Soy generoso con ese amor desinteresado, sin reservas por los demás?

Categories: Evangelio diario

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