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Mateo 5, 27-32: El que mira a una mujer deseándola ya cometió adulterio.

14 de Junio 2019     Freddy Araya    

10-11-2017

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+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo

Jesús dijo a sus discípulos:
Ustedes han oído que se dijo: “No cometerás adulterio”. Pero Yo les digo: El que mira a una mujer deseándola ya cometió adulterio con ella en su corazón.
Si tu ojo derecho es para ti una ocasión de pecado, arráncalo y arrójalo lejos de ti: es preferible que se pierda uno solo de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno. Y si tu mano derecha es para ti una ocasión de pecado, córtala y arrójala lejos de ti: es preferible que se pierda uno solo de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno.
También se dijo: “El que se divorcia de su mujer debe darle una declaración de divorcio”. Pero Yo les digo: El que se divorcia de su mujer, excepto en caso de unión ilegal, la expone a cometer adulterio; y el que se casa con una mujer abandonada por su marido comete adulterio.
Palabra del Señor.

Reflexión

Hoy, Jesús continúa profundizando en la exigencia del Sermón de la Montaña. No deroga la Ley, sino que le da plenitud; por eso, su observancia es algo más que el simple cumplimiento de unas condiciones mínimas para tener en regla los papeles. Dios nos da la Ley del amor para llegar a la cima, pero nosotros buscamos el modo de convertirla en la ley del mínimo esfuerzo. ¡Dios nos pide tanto…! Sí, pero también nos ha dado lo máximo que puede dar, ya que se ha dado a sí mismo. En este día, el Evangelio nos dice que frente a la cosificación o reducción de la mujer, a quien la legislación judía no amparaba, ni defendía, le debemos un respeto íntegro de su dignidad. Jesús valora la importancia que tienen las leyes para la convivencia humana y sabe que son necesarias para ponerle un límite a los desaciertos humanos, pero el Evangelio, va más allá… está en la aplicación de la justicia que reconstruye a hombres y mujeres, no sólo en el reconocimiento de sus faltas sino en la reparación del daño hecho. De este modo, en un escenario de lo provisional, de lo relativo, y pragmático, estamos invitados a favorecer las actitudes y leyes que busquen la humanización de nuestras relaciones, de algún modo se nos impulsa a ir contracorriente… no sólo de palabra o de obra, sino también de pensamiento.

Que cada día busquemos proteger y defender la dignidad de todas las personas, en cualquier circunstancia o etapa de la vida. ¿Cómo resuena el mensaje de Jesús en nuestro corazón? ¿De qué manera promuevo la dignidad de la mujer con mis palabras, pensamientos y acciones?

Categories: Evangelio diario

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