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Marcos 8, 27-33: Tú eres el Mesías.

21 de Febrero 2019     Freddy Araya    

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+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos

Jesús salió con sus discípulos hacia los poblados de Cesarea de Filipo, y en el camino les preguntó: “¿Quién dice la gente que soy Yo?”
Ellos le respondieron: “Algunos dicen que eres Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, alguno de los profetas”.
Entonces Él les preguntó: “Y ustedes, ¿quién dicen que soy Yo?”
Pedro respondió: “Tú eres el Mesías”.
Jesús les ordenó terminantemente que no dijeran nada acerca de Él.
Y comenzó a enseñarles que el Hijo del hombre debía sufrir mucho y ser rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas; que debía ser condenado a muerte y resucitar después de tres días; y les hablaba de esto con toda claridad.
Pedro, llevándolo aparte, comenzó a reprenderlo. Pero Jesús, dándose vuelta y mirando a sus discípulos, lo reprendió, diciendo: “¡Retírate, ve detrás de mí, Satanás! Porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres”.
Palabra del Señor.

Reflexión

A propósito del caminar que hemos venido recorriendo en estos días, el Evangelio nos cuenta que los discípulos están en proceso de llegar a ver, por eso Jesús pregunta por su identidad. No porque esté falta de ella, sino porque quiere saber hasta dónde son conscientes sus discípulos de ella. En este escenario Jesús espera claridad y compromiso. No basta una respuesta fácil. Así, la confesión de Pedro no se hizo esperar: Tú eres el Mesías. Sin embargo, todavía no veía con claridad. Ellos y muchas veces nosotros no somos capaces de comprender todo lo que esto significa. Pedro quiere marcar las pautas, dictar el modo, señalar el camino al Mesías que ha reconocido. La actitud de Pedro, a veces es nuestra actitud y con ella, impedimos la vida y la libertad, y no reconocemos la acción de Dios. Hoy es un buen día para reflexionar sobre nuestra imagen de Jesús. Es muy fácil quedarse solamente con una de sus facetas.

Algunos entendemos a Jesús de una forma, otros de otras. ¿Con qué imagen me quedo yo? ¿Soy capaz de reconocer al Señor aun en aquello que me molesta o no concuerda con mi imagen?

Categories: Evangelio diario

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