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Mateo 15, 29-37: Jesús sana a muchos y multiplica los panes.

5 de Diciembre 2018     Freddy Araya    

06-12-2017

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+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo
Jesús llegó a orillas del mar de Galilea y, subiendo a la montaña, se sentó. Una gran multitud acudió a Él, llevando paralíticos, lisiados, ciegos, mudos y muchos otros enfermos. Los pusieron a sus pies y Él los sanó. La multitud se admiraba al ver que los mudos hablaban, los inválidos quedaban sanos, los paralíticos caminaban y los ciegos recobraban la vista. Y todos glorificaban al Dios de Israel.
Entonces Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: “Me da pena esta multitud, porque hace tres días que están conmigo y no tienen qué comer. No quiero despedirlos en ayunas, porque podrían desfallecer en el camino”.
Los discípulos le dijeron: “¿Y dónde podríamos conseguir en este lugar despoblado bastante cantidad de pan para saciar a tanta gente?”
Jesús les dijo: “¿Cuántos panes tienen?”
Ellos respondieron: “Siete y unos pocos pescados”.
Él ordenó a la multitud que se sentara en el suelo; después, tomó los panes y los pescados, dio gracias, los partió y los daba a los discípulos, y ellos los distribuían entre la multitud.
Todos comieron hasta saciarse, y con los pedazos que sobraron llenaron siete canastas.
Palabra del Señor.

Reflexión

En el texto del evangelio del día, nos narran un milagro, una segunda multiplicación de panes que alimenta a una multitud necesitada. No es simplemente compartir, ni tampoco un acto de magia, el milagro es un signo de que el esperado está presente, el banquete ha comenzado, los males cesan, todos dan gloria a Dios. Jesús, presente por su encarnación en la realidad de nuestro mundo, nos enseña la compasión, porque no es indiferente a lo que acontece. Los evangelios lo repiten: Jesús siente compasión de las gentes y responde a sus necesidades, también a las más inmediatas del dolor, la enfermedad y el hambre. Sus acciones, movidas por la compasión, y que cumplen las antiguas promesas, además de remediar esos males, tienen un sentido directamente salvífico. Hoy debemos ser capaces de acoger las pistas que el evangelista nos va dejando en este relato, pues nos indican la ruta a seguir en nuestra vida y especialmente en este tiempo de Adviento. Asumiendo el riesgo de simplificar demasiado, pero buscando facilitar buenos propósitos de adviento podríamos destacar las siguientes acciones de Jesús: curar, aliviar, alimentar. Esa misión puede ser la nuestra hoy: acercar a Jesús, llevar el pan a los demás ¿Lo estamos haciendo?

Mirando el texto de hoy vemos como Jesús tiene compasión. ¿Tengo compasión por los problemas de la humanidad? ¿Hago algo?

 

Categories: Evangelio diario

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