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Lucas 14, 1. 12-14: No invites a tus amigos, sino a los pobres y a los lisiados.

5 de Noviembre 2018     Freddy Araya    

21-11-2017

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+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas

Un sábado, Jesús entró a comer en casa de uno de los principales fariseos. Ellos lo observaban atentamente.
Jesús dijo al que lo había invitado: “Cuando des un almuerzo o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos, no sea que ellos te inviten a su vez, y así tengas tu recompensa.
Al contrario, cuando des un banquete, invita a los pobres, a los lisiados, a los paralíticos, a los ciegos.
¡Feliz de ti, porque ellos no tienen cómo retribuirte, y así tendrás tu recompensa en la resurrección de los justos!”.
Palabra del Señor.

Reflexión

El evangelio de hoy continúa la enseñanza que Jesús estaba dando alrededor de diversos asuntos, todos ellos enlazados con la imagen de la mesa y la comida. Hoy, la invitación a comer constituye el asunto de la enseñanza del evangelio, de este modo se pone de manifiesto los valores que tienen que asumir aquellos que quieran participar en el banquete del Reino de Dios. Su propuesta es una comensalidad abierta a todos, pero especialmente a los pobres, a los excluidos, a los marginados… a todos aquellos que no nos pueden responder, ni pagar con una moneda común, sino con la moneda de la solidaridad, la fraternidad y la comunión. Jesús se dirige al anfitrión de nuestro texto para recomendarle que no invite a los que pueden corresponderle con una comida semejante, sino que para ser dichoso y feliz en esta vida y en la “resurrección de los justos”. Con este pasaje Jesús nos invita a poner nuestros ojos en tantos hermanos nuestros que necesitan de nuestra comprensión y de nuestra amistad, de ser reconocidos como personas y no como objetos. La mesa cristiana debe ser una mesa tendida para aquellos a los que nadie quiere invitar. Entonces, cada mesa será anticipo del Reino.
Invitación interesada e invitación desinteresada: ¿cuál de las dos acontece más en mi vida? ¿A quiénes invitamos a la mesa de nuestra vida? 

Categories: Evangelio diario

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