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Lucas 16, 1-8: Los hijos de este mundo son más astutos que los hijos de la luz.

10 de Noviembre 2017     Freddy Araya    

10 noviembre

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+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 16, 1-8

Jesús decía a sus discípulos:
Había un hombre rico que tenía un administrador, al cual acusaron de malgastar sus bienes. Lo llamó y le dijo: “¿Qué es lo que me han contado de ti? Dame cuenta de tu administración, porque ya no ocuparás más ese puesto”.
El administrador pensó entonces: “¿Qué voy a hacer ahora que mi señor me quita el cargo? ¿Cavar? No tengo fuerzas. ¿Pedir limosna? Me da vergüenza. ¡Ya sé lo que voy a hacer para que, al dejar el puesto, haya quienes me reciban en su casa!”
Llamó uno por uno a los deudores de su señor y preguntó al primero: “¿Cuánto debes a mi señor?” “Veinte barriles de aceite”, le respondió. El administrador le dijo: “Toma tu recibo, siéntate en seguida, y anota diez”.
Después preguntó a otro: “Y tú, ¿cuánto debes?” “Cuatrocientos quintales de trigo”, le respondió. El administrador le dijo: “Toma tu recibo y anota trescientos”.
Y el señor alabó a este administrador deshonesto, por haber obrado tan hábilmente. Porque los hijos de este mundo son más astutos en su trato con los demás que los hijos de la luz.

Reflexión

En el Evangelio de hoy se nos presenta una parábola que trata de la administración de los bienes. Se la conoce como la parábola del administrador deshonesto; una parábola desconcertante, pues el administrador emplea contactos, conocidos y habilidades comerciales para lograr su objetivo con audacia y astucia, aunque eso signifique robar.
En la parábola, Jesús no está alabando el robo, sino la presencia de espíritu del administrador, que sabe calcular bien las cosas y encontrar una salida en una situación extrema. Así, como los hijos de este mundo saben ser expertos en sus cosas, los hijos de la luz deben aprender de ellos a ser expertos en la solución de sus problemas, usando los criterios del Reino y no los criterios de este mundo. Jesús continuamente insiste que nos arriesguemos y dejemos todo por el Reino de Dios.

Hoy, en el contexto del Mes de María, nos podemos preguntar: ¿tendremos la audacia para lograrlo?

 

Categories: Evangelio diario

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