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Demos gracias a Dios por la casa.

17 de Agosto 2016     Claudio Cartes    

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Francisco y Margarita Bosco, con duro trabajo y la ayuda de dos obreros agrícolas diarios, continuaron cumpliendo con las obligaciones del contrato hecho a los amos. La madre de Francisco, Margarita Zueca, aunque físicamente impedida, era apta para cuidar de los muchachos. Pero Francisco y Margarita pensaban en el futuro y en mejorar su presente situación. De hecho, Francisco había comprado un par de parcelas de tierra en la cercanía y había aumentado su cuadra. Poco tiempo después, se produjo una temblé sequía, al tiempo que las relaciones entre Francisco y el propietario empezaron a deteriorarse, en especial porque el Sr. Biglione había quitado a Francisco el arriendo de una buena porción de las tierras, lo que obligó a Francisco a mirar más por sí mismo y su familia. Como él aspiraba a una eventual independencia, el 17 de febrero de 1817, adquirió al Sr. Francisco Graglia una pequeña casa, en la zona conocida como Cantón Cavallo (linca Cavallo). El edificio, comprado por 100 liras, estaba a cierta distancia, colina abajo, mirando al norte, de la casa Biglione, y a un tiro de piedra de la pequeña aldea de  I Becchi, más al norte aún, al comienzo del declive.

La casita era, en realidad, un cobertizo mal conservado, que se apoyaba en la pared trasera de la casa grande; constaba, en el momento de la compra, cíe una habitación más baja y un establo pequeño contiguo, con un pajar de heno, también pequeño, sobre él.

¿A qué me invita el Señor hoy antes de mi descanso? ¿Qué le digo al Señor antes de dormir?

Categories: Buenas Noches

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